lunes, 17 de noviembre de 2014

Tarea T3



Me ha resultado interesante reflexionar, a través de los textos, sobre la actividad científica, ya que en muchas ocasiones la propia dinámica del quehacer investigador, con su inercia metodológica, impide un cuestionamiento riguroso y crítico. En este sentido quiero compartir alguna de estas reflexiones, surgidas al hilo de las lecturas propuestas.
  Todos estaremos de acuerdo en subrayar la importancia crucial que tiene para nosotros la revisión bibliográfica, como apunta Pérez Monforte:" El investigador debe conocer el trabajo previo hecho en el campo por otros investigadores." También parece evidente, aunque más difícil de precisar, el papel de las múltiples variables que el autor reseña. De entre ellas quiero destacar la imaginación, entendida como "la capacidad que tenemos de crear representaciones y ver nuevas relaciones entre ideas o cosas no presentes o no existentes previamente". Es esta perspectiva la que me interesa resaltar porque con frecuencia los investigadores se adscriben (nos adscribimos) a un paradigma que, si bien nos entrega un marco conceptual, teórico o metodológico para interpretar la realidad objeto de estudio, por esta misma razón, y en tanto que responden a concepciones del hombre, de la naturaleza y del mundo asociadas a un determinado imaginario social, nos condicionan (nos obstaculizan) la adopción de una mirada más creativa, liberada (hasta donde sea posible) de prejuicios y representaciones apriorísticas. Por eso creo que  es un buen ejercicio intentar abandonar, aunque sea provisionalmente, el marco teórico del paradigma, con el fin de "aprender a ver en la oscuridad".
 A principios de 2006 los periódicos difundieron una noticia más bien discreta: en Brujas, alguien había alertado a la policía de que un vecino podía hallarse en una situación delicada, dado que, aun conociéndose que la persona había entrado y salido con cierta regularidad, ésta sin embargo, llevaba muchos días a oscuras. A plena luz del sol las persianas continuaban bajadas. De noche, ninguna luz podía entreverse en el interior de la vivienda. El aviso solidario tuvo un final imprevisto: el vecino en cuestión no sólo era encontrado en su domicilio, en perfecto estado, sino que, a la vez, era detenido y encarcelado. El hombre oscuro era un importante caco buscado sin éxito desde hacía tiempo por la ejecución de sucesivos atracos y robos, todos ellos realizados a oscuras. Las horas en el espacio incierto de su casa, a tientas, constituían su mejor y diario entrenamiento.
 El episodio del sorprendido ladrón belga me pone en la pista de lo que hoy puede suponer adentrarnos en el aprendizaje de la investigación científica, y quizás tambien de lo científico en sentido amplio.
 En realidad, los paradigmas son también sutiles mecanismos de ocultación (entre otras cosas, de los hechos que constituyen una anomalía y de los datos que se consideran irrelevantes).

 Con respecto a la controvertida disputa en torno al progreso, creo que si entendemos este como "la evolución predeterminada hacia algo mejor y más verdadero" efectivamente nada autoriza a asegurar que el paradigma de la mecánica moderna sea mejor que el de la física medieval. Es decir, no existe un parámetro universal e inamovible que nos permita juzgar que una teoría, por el sólo hecho de imponerse y desbancar a otra, sea mejor o más verdadera. Los paradigmas, en este sentido, son inconmensurables (Kuhn). Simplemente, son distintas versiones del mundo. Reparemos, por un momento, en el ejemplo del agua: para nosotros es un compuesto formado por la combinación de dos volúmenes de hidrógeno y uno de oxígeno. Sin embargo, para muchos pueblos arcaicos (es casi un universal antropológico) el agua es una divinidad.
 ¿Hay progreso realmente entre estas dos concepciones? Cambia la forma de enunciar y ver el agua. Con otras palabras, se está comprendiendo desde dos nociones de verdad distintas, una de carácter científico y otra de carácter mágico-religioso. Tener una información detallada de la composición química del agua nos ayuda a mejorar nuestras predicciones y a manipularla con éxito, pero no implica necesariamente comprenderla mejor.
 Neruda solía decir que deberíamos enviar a un poeta para describir el espacio (y no a un astronauta), ya que de esta forma lo entenderíamos mejor.





1 comentario:

  1. Me alegro de que te haya resultado interesante. Se ve que te has leido los trabajos enlazados. Comentaremos estas cosas en la próxima sesión.

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